lunes, 28 de noviembre de 2011

Generando historias

Somos seres históricos, tanto social, como personalmente. Este historicismo está creado mayoritariamente por imágenes de memoria colectiva (por ejemplo las que producen los medios de masa) y las íntimas (álbumes de fotos familiares).
Esta distinción entre lo público y lo privado se ve cada día más difusa debido a la publicación de las vidas privadas y el interés que estas generan. Un gran fenómeno que da lugar a esta situación son las redes sociales, mediante estas podemos ver multitud de fotografías de gente, incluso, desconocida de su vida privada, pero de un modo público.
En estas fotografías poco importa quién sea el autor de la misma, o si son autorretratos.

Además de las redes sociales y los fenómenos de masas de Internet, gran rapidez de difusión de la información está facilitada por el gran avance y progreso de la fotografía digital.


Este proyecto invita a descubrir la vida personal de una persona a través de su álbum fotográfico “familiar”, íntimo, pero no con las facilidades que presenta Internet, la fotografía digital y las nuevas tecnologías, sino remontándonos a la fotografía analógica y a la vida de un pasado, recreando la vida de alguien, una vida que podía haber sido.
La fotografía tiene casi doscientos años, pero los métodos de memorizar ciertos sucesos en imágenes continúan siendo similares. Anteriormente sólo se mostraban eventos importantes o momentos memorables, hoy en día cualquier momento es bueno para realizar una fotografía.

El punto de partida de este proyecto es generar una historia a partir de ciertas imágenes privadas, que bien podían proceder de un álbum familiar. Estas imágenes que muestran hechos a simple vista banales,  necesitan de un contexto y de una historia, una narración y una organización de los recuerdos (que es el fin del proyecto)

En definitiva, reconstruir una vida anónima del pasado mediante fotografías cualesquiera, de manera que podamos indagar y entrar en su vida privada de una manera pública.

Son fotografías anónimas, de otras personas y en otro tiempo (y lugar), con las que intentaré crear una narración ficticia combinado texto e imagen. 
Realidad y ficción se entremezclan, pero en este caso las imágenes son completamente reales, con un aquí y un ahora, un “esto-ha-sido”. Lo que es ficticio es la narración y el contexto que las contiene, pudiendo ser este incluso verdadero. Esta reutilización de las imágenes y el no prestar atención a producir nuevas, es debido al gran bombardeo y a la cantidad de imágenes que poseemos en el presente, es un reciclaje, dar la oportunidad a ciertas fotografías que no se han prestado la suficiente atención y elevar a otra categoría la fotografía de aficionado y de ámbito familiar.

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